Había comenzado una nueva etapa en mi vida. Ya no habían salidas con amigos, tragos y algunos cigarrillos. Todo había sido reemplazado por pañales, ropa de b
ebé y biberones. Eso ahora es a lo que llamo FELICIDAD.
Nada estuvo planeado, no hay guías, manuales ni mucho menos. Como se dice por ahí: Aquí todo se aprende sobre la cancha. Y vaya que estoy aprendiendo. Es que él es un gran guía.
He aprendido lo sencillo que es sonreír porque simplemente te levantas. A nadie había visto sonreír con solo despertarse. Como diciendo: Soy feliz porque hoy estoy vivo! Él tiene sencillas formas de demostrar qué le agrada y que no. Y nosotros los adultos somos tan complicados con eso! u.u
Gabriel, que es como se llama mi nuevo maestro, ha sabido encontrar la forma de matenerme despierta sin que renigue y que hasta me den ganas de jugar a media noche. Porque puedo intentar hablarle "enojada" pero él sonríe y caigo rendida ante eso.
Mi felicidad ahora se traduce simplemente en oírlo gritar como un loquito para llamarme o cuando me mira sonriendo mientras toma su biberón. Porque es alucinante que alguien te mire embelesado y de la nada sonría demostrándote así lo feliz que lo haces.
Hay cosas que no cambiaría por nada. Él es una de ellas. Pasé 9 largos meses sufriendo de mil y una cosas, pero ahora lo veo y pienso que todos y cada uno de mis sufrimientos valió la pena. Hasta que ahora tenga una cicatriz -que dicen no se nota, pero que yo odio - y que hayan aparecido algunas estrías por ahí, creo que tuvieron una recompensa. Y qué recompensa!
Creo que no es necesario decirte con muchas frases preparadas todo lo que significas para mí y lo que has cambiado de mi vida. Sólo puedo decirte que me hace bien tenerte conmigo y que sin pensarlo dos veces, daría mi pequeña vida por ti. Te amo!