miércoles, 28 de julio de 2010

Ahora


Empecé a creer que aquella sensación de tranquilidad se estaba esfumando de mi vida. Me empezaba a asustar el hecho de que se volviera presurosa y agobiante. Yo no quería eso. No había sacrificado tantas cosas para chocarme violentamente con una vida así.

Sabía que ya te había tomado de la mano y que no quería soltarte. Al menos no por ahora. Yo había asumido las cosas. Había asumido el estar contigo, el darte un beso profundo una tarde, el darte un abrazo sin que te percataras de ello, el decirte que te quería nada más por puro gusto.

Y quizá me empezaba a acostumbrar a eso. Y quizá por eso me enojaba tan sólo pensar en que de repente que las cosas pudieran complicarse. Y que, como siempre, yo iba a tener que intentar solucionarlas.

Solo quería que supieras que pase lo que pase, yo estaré ahí para ti. Porque la promesa de amigos sigue en pie y porque para mí antes que nada eres eso: mi amigo. Ese con el que hablaba horas de horas. Al que le contaba mis mejores secretos y al que le reclamaba sus engaños como si fuera algo más. Por que creo que si lo eras. Siempre fuiste algo más.

Y sabes por qué? Porque yo te quiero. Te quiero de las mil formas en las que se puede querer a alguien.

PD: Ya no más investigaciones a lo Sherlock.. ya me cansé =) (sin más que decir)