sábado, 19 de junio de 2010

Un torpe beso


Habían caminado por un largo rato. Santiago la miró tímidamente por unos minutos y ella solo atinó a sonreír. "Que lindo anillo", le dijo ella. Él parecía ocultarlo, pero ella se las ingenió para sacárselo y ponérselo rápidamente. "Me queda muy grande", le dijo ella. Quizá no era el comentario que debió hacer, pero estúpidamente lo hizo. La pregunta era: ¿Quién te lo dio?, pero la respuesta la asustaba así que prefirió cambiar de conversación. Qué estúpida, se dijo. Y claro que lo era. Había dejado pasar la oportunidad de saber si él ya había encontrado a esa chica perfecta que decía buscar hace mucho tiempo.

Sus manos se acercaron tímidamente a las de ella y se entrelazaron lentamente. Ella estaba nerviosa. De pronto, tenía una sensación de confianza y tranquilidad a su lado. Y era extraño. Entre juegos y abrazos, parecía que el cariño crecía más y más sin que se pudiera controlar. Y cómo controlar algo tan fuerte e inmenso. Ella no quería intentarlo.

-Eres un tonto, lo sabes?
-Sí. Y tú eres una tonta también. Sabes que parecemos unos tontos estando así en la calle.
-Sí. Pero tú pareces más tonto que yo.

Se acercaron casi rápidamente y el rozó sus labios con los de ella. Laura retiró su cuerpo bruscamente, pero Santiago la acercó nuevamente y se dio el beso esperado. Fue tierno, irrepetible y único. Como esos que no recibía hace tiempo. Te quiero mucho, le dijo él. Ella enmudeció.

Pero estaba la duda. ¿Había alguien más? ¿Por qué no quiso que viera su celular o porque no le nombró nada más del anillo que llevaba en la mano? Empezaba a arrepentirse. Si me miente, entonces no valió la pena nada. Todo se iría a la mierda. Él y sus mentiras a la mierda!, se dijo.

"Quiero seguir pensando que es todo lo bueno que me ha dicho que es. Que en verdad me quiere y que el beso no fue por la maldita apuesta ni porque simplemente era el momento. Espero oír algo más de él. No esa pregunta estúpida: ¿Dentro de cuánto te veré?. Como si esperaras que haya otro encuentro para poder besarme sin comprometerte a nada. No conmigo sino contigo mismo" [...], pensó para sí.

PD: Porque fue más que un torpe beso...